La familia Walters afirmó haber tenido varios encuentros con extraterrestres que volaban alrededor de su hogar, estas apariciones habrían comenzado el 11 de noviembre de 1987 y continuaron hasta el 1 de mayo de 1988, y según Walters, las naves tendrían al menos seis tripulantes en cada uno de ellos.
Este relato fue descrito exhaustivamente en su libro “The Gulf Breeze Sightings”.
El libro de Walters también tiene algunas fotos extrañas de él y los miembros de su familia. En uno, tiene el pie en una plataforma, supuestamente gritando: «¡Aterriza o baja!» a uno de los OVNIs.
En otro, aparece un rayo azul que los extraterrestres supuestamente usaron como una especie de rayo tractor, siendo evitado por su aterrorizada esposa.
Walters también informa que experimentó extrañas señales telepáticas de una mujer que hablaba en español a un bebé, una serie de imágenes de perros y, unos días después, una serie de otras imágenes.
«Si eso fue para tratar de convencerme de subir a bordo del barco, no funcionó», dijo Walters.
En otra ocasión, habrían vertido un líquido misterioso sobre su casa, parte de él cayó a la piscina y convirtió el agua dulce de la piscina en agua salada.
Los extraterrestres se le mostraron repetidamente, mientras conducía de noche, o fuera de la puerta trasera corrediza de vidrio de su casa.
El encuentro en la carretera fue donde tuvo la impresión de que había seis tripulantes en cada barco, ya que cinco desembarcaron del barco y asumió que al menos uno de ellos debe haber permanecido a bordo mientras flotaba.
Los seres habrían medido alrededor de 1,2 metros de altura y, aunque sus rostros se parecían a los de los tradicionales «grises», con grandes ojos negros y casi sin expresión, solo eran visibles a través de rendijas en los cascos, porque llevarían una especie de de una armadura voluminosa, como nunca antes se había informado.
