Los OVNIs existen, según los Registros Oficiales de la Fuerza Aérea Brasileña, que desde 1952 mantiene archivos confidenciales, catalogando todos los avistamientos de objetos voladores no identificados en los cielos del país.
Son más de 2.600 páginas de documentos que, recientemente, comenzaron a ser difundidos por los militares y, hoy, están en Brasilia, formando parte del Archivo Nacional.
El episodio del suboficial Soares es parte del lote más reciente de documentos y lo que hace que este caso sea interesante es que un avistamiento igualmente intrigante se había realizado solo dos días antes.
Lunes, 15 de noviembre de 2010 – Aeropuerto Eduardo Gomes, Manaus – 21:55 horas
En medio de las largas vacaciones, el suboficial Soares se encontraba de guardia, trabajando en la torre de control del aeropuerto. Un ojo en el radar, otro en las ventanas, hasta que algo en el cielo le llamó la atención.
A lo lejos, en lo alto, se formó un tenue rastro de condensación, aunque era muy difícil ver el objeto que producía la mancha que cruzaba el cielo.
Como controlador de tráfico aéreo, Soares estaba más que acostumbrado a observar las diferentes estelas que dejan los aviones en el aire, solo que esta se veía diferente.
Sacó un par de binoculares y observó. No era un avión.
Al final del rastro de condensación había un objeto metálico, aparentemente grande y oscuro. Volaba más alto que los aviones comerciales y era más grande que un Boeing 747. Lo más extraño era la forma del objeto, casi como dos alas sueltas en el espacio, formando una especie de V.
Soares mostró el objeto a los dos operadores que estaban con él en la torre, además del meteorólogo que también estaba allí.
Después de 15 minutos, el objeto desapareció.
A las 22:05 horas, siguiendo el procedimiento estándar de la Fuerza Aérea, Soares informó del avistamiento a Cindacta 4, uno de los cuatro Centros Integrados de Defensa Aérea y Control de Tráfico Aéreo. Se abrió otro récord en los Expedientes X brasileños.
Dos días antes, el 13 de noviembre de 2010, a las 8:20 horas, un avión de la aerolínea Gol volaba a unos 135 km de Manaus. Estaba subiendo, elevando su altitud de 23.000 pies (unos 7.600 metros) a 37.000 pies (12.300 metros), cuando sucedió algo extraño.
El piloto y el copiloto vieron una luz muy fuerte que se movía a gran velocidad por encima y por delante de su aeronave.
La ocurrencia fue registrada en Cindacta 4 como “tráfico de hotel”, un eufemismo aeronáutico para OVNI.
Los registros de la Fuerza Aérea están llenos de casos misteriosos e inexplicables.
Estos son informes impresionantes, incluso por su credibilidad, ya que sus autores son pilotos, controladores de vuelo y oficiales militares, personas que están capacitadas para identificar y reconocer todos los fenómenos atmosféricos normales y, si incluso piensan que hay algo anormal, es porque hay .
