Algunos creen que es un platillo volador construido hace más de 1 millón de años, mientras que otros dicen que solo son rocas con forma de erosión, pero el hecho es que la región de Volgogrado, en el oeste de Rusia, es conocida por su alta frecuencia de fenómenos ovnis y paranormales.
El factor intrigante es que se han encontrado más de una docena de rocas, con una forma lo suficientemente excéntrica como para suponer que no fueron simplemente moldeadas por la naturaleza.
Las rocas tienen, en promedio, cuatro metros de diámetro y guardan un parecido desconcertante con lo que nuestra imaginación entiende como un platillo volador, proveniente de los confines del Universo.
El grupo responsable del descubrimiento es conocido como Kosmopoisk, un grupo de personas interesadas precisamente en este tipo de fenómenos que inició sus actividades en 1980.
Según Kosmopoisk, las rocas contienen tungsteno, una sustancia conocida por sus aplicaciones militares, siendo el metal con mayor punto de fusión, es decir, capaz de soportar altas temperaturas antes de fundirse.
Para los integrantes del grupo existen dos hipótesis para explicar los misteriosos discos:
La primera es que es un platillo volador de un millón de años o más que se estrelló contra la Tierra.
La segunda es que sería una especie de dron militar, posiblemente fabricado por la NASA, y llevado a Marte, donde tras ser atacado por extraterrestres, fue lanzado de regreso a la Tierra, lo que podría ser una prueba de que se está gestando una batalla entre humanos y extraterrestres en la superficie de Marte.
Según los partidarios de esta hipótesis, fotografías recientes difundidas por la NASA revelan que, en la superficie de Marte, existen discos muy similares al encontrado en Rusia.
Actualmente, el disco de cuatro metros de diámetro está siendo estudiado por expertos en el Museo Zhirnovsky en Rusia.
