El caso ocurrió a principios de la década de 1980, en Vitória, Espírito Santo, donde Aeromar tenía un pequeño puesto de bebidas en la playa y habría sido testigo de un encuentro con OVNIs, pudiendo ver una serie de objetos lenticulares desde una posición muy cercana.
A los pocos días aparecieron tres hombres vestidos con traje y corbata, era un día demasiado caluroso para que estuvieran vestidos de esa manera y lo sorprendió. Pensó que eran policías, pero los hombres le interrogaron sobre las luces y le hicieron todo tipo de preguntas. Aeromar quedó tan impresionado que desapareció de la ciudad por unos días y no se presentó en su lugar de trabajo.
Después de unos días, volvió a trabajar y continuó con su vida normal, pero los hombres de negro regresaron. Hablaron de manera extraña y comenzaron a seguirlo. Aeromar, sin saber qué hacer, partió hacia Río de Janeiro, escapando de la pesadilla que lo perseguía desde el incidente con las luces. Pero ahí estaban, los hombres de traje negro seguían persiguiéndolo.
Aeromar, desesperado, acudió a la policía y presentó una denuncia por acoso, pero la policía no tomó en serio su reclamo y el acoso continuó, por lo que decidió mudarse a otra ciudad.
En São Paulo también lo esperaban hombres y, en uno de sus episodios de acoso, Aeromar fue subido a un automóvil y llevado a un lugar donde denunció estar frente a un barco con un anillo exterior lleno de luces y flotando.
Aeromar se vio obligado a colocarse bajo la luz de aquel disco y tras la aparición de un rayo azulado, de repente se encontró dentro de la nave.
Dentro del la nave, Aeromar experimentó una especie de parálisis. Lo sentaron en una silla, similar a la de un dentista, y desde allí vio a esos tres hombres transformarse en otra cosa, cambiando radicalmente su apariencia, su piel e incluso su fisionomía. Sus rostros ahora eran como los de lagartos. Humanoides reptilianos, como se les llama popularmente.
Estos hombres se transformaron en unos segundos, según su relato. Durante la experiencia, estos seres te habrían transmitido algunas imágenes e información relacionada con el planeta Tierra. Poco después, Aeromar reapareció, durante la madrugada, en una de las calles de São Paulo, sin saber qué había pasado ni cómo había llegado hasta allí. Le pareció que habían pasado 5 minutos, pero fueron varias horas.
Presa del pánico, regresó a su casa, donde le contó a su compañero de cuarto lo sucedido.
Un hipnoterapeuta profesional, el Dr. Berezowsky, que se enteró del caso por los periódicos, intentó contactar a Aeromar para realizar una regresión hipnótica cuando su caso se hizo público, pero no pudo contactarlo. Aeromar desapareció sin dejar rastro.
