En febrero de 2015, en Manitoba, Canadá, se difundieron varios informes sobre una posible caída de OVNI en la superficie congelada del lago Winnipeg en la reserva india de Jackhead.
Varias personas publicaron en Twitter y Facebook que vieron una luz brillante en el cielo que fue seguida por el sonido de fuertes explosiones, y después de estos informes, el ejército canadiense se dirigió rápidamente a la zona, bloqueando todo acceso a personal no autorizado en la región.
Durante la operación militar, no se permitió a nadie entrar o salir de la reserva, mientras que los indígenas residentes de la zona fueron visitados por tropas que les dijeron que estaban realizando un ejercicio de entrenamiento de emergencia y que no debían abandonar sus hogares hasta que todo terminara.
Debido a que es propiedad de los aborígenes, la reserva de Jackhead se rige por sus propias leyes, que no permiten que tales operaciones se lleven a cabo o que el personal militar se asiente en la zona a menos que algo realmente grave haya sucedido. Incluso el jefe de la tribu local Kinonjeoshtegon informó que lo mantuvieron bajo arresto domiciliario.
Los militares han rodeado el sitio, desplegando un gran número de tropas y equipos de manera muy eficiente y suprimiendo todas las vistas hacia el lago. Las líneas telefónicas de la zona fueron cerradas y las pocas carreteras de acceso al lugar fueron cerradas.
Un testigo que estaba confinado en la reserva de Jackhead informó: «Aparentemente, un artefacto en forma de disco fue visto rompiendo el hielo en el lago, al menos una persona tiene evidencia fotográfica, pero fue detenido por el ejército canadiense».
Algunos visitantes informaron de que las fuerzas de seguridad los perseguían, se les prohibía hacer películas y fotografías, e incluso se informaba de detenciones.
El accidente OVNI fue negado por el ejército y el teniente coronel Paul Davies, comandante del 38º Batallón Territorial, dijo que era solo un ejercicio de entrenamiento militar para lidiar con aviones estrellados y proporcionar apoyo de búsqueda y rescate en el Ártico.
«No hay extraterrestres, solo miembros de la Fuerza Aérea que están ahí ayudándonos con las maniobras. La luz brillante que la gente vio vino de un avión que despega demasiado rápido», dijo el teniente Davies.
Esta fue una acción muy curiosa teniendo en cuenta que el lugar se caracteriza por ser extremadamente frío, con temperaturas que, durante esta época del año, alcanzan hasta -20º centígrados, y una actividad al aire libre en Manitoba sería muy peligrosa.
Alrededor de 150 militares participaron en lo que se llamó «Ejercicio de Bisonte Ártico 2015», que incluyó un grupo de brigada, un batallón de infantería, un grupo de patrulleros Ranger y un escuadrón de la Fuerza Aérea Canadiense.
Sin embargo, las personas que viven cerca cuestionaron estas afirmaciones diciendo que no había tropas alrededor antes del accidente y que solo comenzaron a aparecer horas después de los primeros informes publicados en las redes sociales.
