El Dr. Robert Irving Sarbacher fue un ingeniero, físico e inventor que, durante muchos años, fue estudiante de Albert Einstein y algunos de sus trabajos con Frecuencias Ultra Altas se utilizan hasta el día de hoy.
En 1983, envió una carta respondiendo algunas preguntas del renombrado investigador de OVNIs Bill Steinman sobre el accidente OVNI de 1948 en Nuevo México, el famoso Incidente de Roswell.
El Dr. Sarbacher dijo que aunque no había trabajado directamente con los platillos voladores recuperados, era consciente de que Estados Unidos tenía a su disposición no solo los restos de OVNIs, sino también los cuerpos de extraterrestres, y declaró que recibió informes confirmados oficialmente mientras trabajaba en el Pentágono, pero todos los documentos eran confidenciales y clasificados como altamente secretos.
En palabras del propio Dr. Sarbacher:
«Con respecto a la verificación de la participación de las personas que ha enumerado, solo puedo decir esto: John von Neumann definitivamente estuvo involucrado. El Dr. Vannevar Bush estuvo definitivamente involucrado, y creo que el Dr. Robert Oppenheimer también estuvo involucrado en el programa de tecnología alienígena.
Recibí algunos informes oficiales cuando estaba en mi oficina en el Pentágono, pero todos se quedaron allí porque nunca se nos permitió sacarlos de la oficina.
Algunos de los materiales reportados como provenientes de la caída de platillos voladores eran extremadamente ligeros y muy poderosos. Estoy seguro de que nuestros laboratorios los han examinado con mucho cuidado.
Hubo informes de que las criaturas que volaban estos aviones también eran demasiado ligeras para soportar la tremenda aceleración y desaceleración.
Recuerdo cómo, en una conversación con algunas personas en la oficina, tuve la impresión de que estos alienígenas eran similares en sus parámetros a los insectos, y debido a la pequeña masa de estas criaturas, las fuerzas inerables involucradas en la operación de estos aviones no afectaron a estos pilotos de manera negativa.
Todavía no sé por qué se ha dado un alto grado de secreto y no entiendo por qué niegan la existencia de estos dispositivos».
El Dr. Robert Irving Sarbacher murió en 1986, tres años después de esta declaración, a la edad de 79 años.
