Biólogo crea dispositivo capaz de detectar vida en planetas distantes

O instrumento consegue identificar as bioassinaturas que organismos vegetais deixam nos raios de luz.

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No es fácil buscar señales que indiquen vida en otros planetas, sobre todo porque las estrellas con mayores posibilidades de albergar vida están en otros sistemas solares, son exoplanetas a cientos o miles de años luz de distancia.

Astrobiología es el nombre de la ciencia que se encarga de este tipo de búsquedas, que básicamente consisten en analizar el espectro de la luz de las estrellas que atraviesa estos objetos y puede revelar señales de seres vivos.

Elementos como el oxígeno, el metano y el agua se consideran buenos marcadores de actividad biológica. Pero un investigador holandés acaba de publicar una nueva técnica que los expertos ya consideran muy prometedora para localizar vida extraterrestre. Al menos uno de los reinos de la vida: el vegetal.

 

Denominado Treepol, el mecanismo desarrollado por el biólogo holandés Lucas Patty, de la Universidad Libre de Ámsterdam, identifica la huella que la estructura molecular de los organismos vegetales deja en los rayos de luz que absorben y reflejan. Esto sólo es posible gracias a una determinada propiedad química llamada quiralidad.

Está determinada por la configuración geométrica de las moléculas, algunas se inclinan hacia la derecha y otras hacia la izquierda.

¿Pero qué tiene esto que ver con la búsqueda de vida extraterrestre?

Resulta que la quiralidad molecular de las plantas provoca un cambio muy específico en las ondas de luz: una polarización circular, en términos más técnicos.

Esto, según Lucas Patty, constituye una biofirma inequívoca: “No hay señales como ésta producidas por materia no viva”.

La investigación comenzó a desarrollarse en el laboratorio en 2015, cuando Patty analizó la luz reflejada por las hojas de hiedra y ficus con su espectropolarímetro.

En el siguiente paso, llevó su Treepol al tejado del edificio de la universidad y señaló el césped del campo de fútbol de al lado. Se sorprendió porque no había ninguna señal.

“¡Fui allí a investigar y descubrí que el equipo juega en césped artificial!”, explicó visiblemente aliviado.

En las pruebas, el dispositivo identificó con éxito la luz polarizada circularmente de plantas a kilómetros de distancia y el siguiente paso es rastrear la luz de las estrellas.

Parte de la luz que emiten pasa por los planetas que orbitan alrededor de cada uno de ellos. Si alguno de estos planetas tiene plantas, producirá esta polarización específica y tendremos evidencia de la presencia de vida.

Si todo va bien, el «primer contacto» de la humanidad con una forma de vida extraterrestre será con los vegetales.